Para nadie es un secreto que las fuentes de energía de hidrocarburos como el gas, el carbón y el petróleo cada vez son menos viables y más escasas. Además de que aportan grandes cantidades de CO2 al medio ambiente, causando un efecto invernadero.
Por eso, cada día más y más personas apuestas por las fuentes de energía alternativa y a continuación te mencionaremos tres que ni pensabas que existían.
3 formas de energía alternativa que no conocías.
#1 Piezoelectricidad.
Es una palabra que suena rarísima, pero que se aprovecha de un factor de riesgo para el planeta: su sobrepoblación. Y es que cuando hablamos de siete mil millones de personas es posible pensar en obtener energía cinética del desplazamiento.
De ahí el nombre de piezoelectricidad, pues supone que nuestras calles y aceras serían reemplazadas por materiales que sean capaces de generar un campo eléctrico, como una respuesta al estrés mecánico que generamos sobre ellos al caminar.
Esto permitirá convertir a cada persona en una máquina de electricidad andante, y aunque al inicio su coste sería muy alto, con el tiempo se reducirá.
Y al no emitir ningún tipo de gas ¡resulta ecológico y eficiente!
#2 OTEC o Conversión de Energía Termal en el Mar.
Se trata de crear un sistema hidro-energético que convierta las diferentes temperaturas que existen entre las aguas profundas y las someras para crear energía a través de un motor de calor.
Para lograrla, se tendrían que crear barcazas o plataformas en altamar que permita el máximo aprovechamiento de las capas termales que se hallan en las profundidades del océano.
#3 Energía con tus heces.
Sí, así como lo lees, una forma de energía alternativa es el excremento humano, ya que con él se crean compost que puede generan tanto electricidad ¡como combustible!
Y si no nos crees, resulta que debes saber que varios buses en Oslo (Noruega) se movilizan a partir de la energía que producen las heces de humanos.
En torno a los abonos de las heces humanos, resulta que en ellos hay células microbianas que realizan un complejo sistema bioelectroquímico que, al hacer que las células interactúen entre sí ¡creen una corriente eléctrica natural!
Como si fuera poco, esta forma de energía, al completarse, se puede usar como un efectivo fertilizante. A eso le llamamos ¡defecar dinero!
Y hemos llegado al final, pero si quieres saber más de este tema podrías ingresar a Energanova que tiene información actualiza de estos temas.